Ahura Mazda (Señor Sabio) fue el Dios supremo de la religión, hoy casi olvidada, del Mazdeísmo o Zoroastrismo. Está religión floreció en lo que hoy es Irán entre los siglos II y I a.C. Se considera que es una de las religiones Iraníes que más influencia ha tenido en las grandes religiones actuales, a través del Judaísmo. En contraposición existe otra divinidad que disminuye su poder: Ahrimán, principio del mal. Posteriormente el nombre de Ahura Mazda se transformó en Ormazd.
Ormazd, creador del bien y del mal, delega su justicia, ciencia y poder a los amasha spantas, que son un grupo de 6 dioses reunidos alrededor de Ormazd y unidos entre sí por un vínculo de índole moral. Con ellos gobierna y lucha contra Ahrimán, príncipe del engaño, la mentira y las tinieblas. La historia del orbe se cifra en el ininterrumpido combate entre Ormazd y Ahrimán, y acabará con la victoria de Ormazd.
Además del juicio personal, hay un juicio universal, anterior a un regreso a la edad de oro, que significará el triunfo definitivo de las potencias del bien. Esto ocurrirá en el último de los 4 periodos en que se divide la historia del mundo. Surgirá un Saoshyant (Salvador), se celebrará el juicio final y se construirá una creación nueva. Esto irá precedido de una resurrección general y el mal desaparecerá para siempre.
Lo más sobresaliente de esta doctrina es la noción de que llegada la muerte, lo principal no es haber obrado conforme a las exigencias de una conciencia recta, sino haber decidido pertenecer a la comunidad religiosa.
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